Las setas, conocidas como callampas en algunos lugares del mundo como Chile o Perú, también están presentes en las ensaladas y cuentan con una serie de beneficios y propiedades medicinales dignas de mención. Las setas comestibles son muy apreciadas por su sabor y suelen estar presente, sobre todo, en la dieta de personas deportistas. Y es que aportan proteínas «verdes» y fibra vegetal conteniendo entre 15 y 37 kilocalorías cada 100 gramos. Prácticamente nada, vaya. Tras la siguiente imagen cito algunos de sus beneficios:
1. Te ayudan a mantener tu línea y te permiten adelgazar sin pasar hambre, por su alto contenido en agua y fibra.
2. Ayudan a regular los niveles de glucosa.
3. Son antitumorales. Algunas setas como la Maitake o la Shiitake (muy aromática por cierto) son capaces de retrasar el crecimiento de las células tumorales e impedir así que se produzca metástasis en un cáncer. Los hongos son especialmente eficaces a la hora de prevenir dos de ellos: el de mamá y el de próstata.
4. Cuidan de tus defensas. Por otro lado estimulan y mantienen en buen estado tu sistema inmune, haciéndolo más fuerte ante la lucha de virus e infecciones.
5. También de tu corazón. Al contener nulas grasas son ideales para las arterias y el corazón. Algunas setas contienen sustancias que regulan los niveles de lípidos y colesterol en la sangre, así como previenen enfermedades cardiovasculares e hipertensión.
6. Son buenas para mantenerte joven, por su alto contenido en sustancias antioxidantes y medicinales en teoría. El hongo Reishi es uno de los alimentos de los inmortales según la medicina tradicional china.
7. Evitan el estreñimiento.
8. En octavo lugar, las setas mejoran también la atención y la memoria. Lo hacen gracias a uno de sus nutrientes, la colina, perteneciente a las vitaminas del grupo B.
9. Dado que contienen selenio, son buenas para proteger la tiroides.
10. Por último, no por ello menos importante, otorgan energía y alejan el estrés de nuestro organismo, por lo que se recomienda su consumo a jóvenes estudiantes.
Y ahora, ¡a comer setas se ha dicho!
Muy interesante y estando en época de setas hay que aprovechar 😉