¿Cómo? ¿Estás navegando por este blog de ensaladas y no conoces su origen? Eso es intolerable, así que te insto a que me acompañes en los siguientes párrafos y conozcas la historia de este famoso plato con tantas posibilidades.Pues bien, la ensalada es originaria de la cultura Persa. Los primeros indicios de su consumo datan del año 600 a.C. Posteriormente de mano de los egipcios, en el período tardío del Antiguo Egipto, el extenso cultivo de frutas y verduras (y el aprecio que Alejandro Magno sentía por ella) dilató su consumo con gran variedad de combinaciones.
Más tarde, los romanos también la consumieron añadiéndole ingredientes a modo de aliño, y fue en ese preciso momento cuando se empezó a parecer más a lo que hoy conocemos como ensalada. Los aliños más comunes eran otras verduras, agua, sal, vinagre y, como no, aceite.
Esta última civilización, con la forma en que aliñaba y conservaba la ensalada, dio nombre al plato. Denominación procedente de los términos latinos “herba salata”, o lo que es lo mismo, “hierba salada”.
Precisamente la sal, ha sido durante toda la historia un condimento muy valorado por sus propiedades a la hora de conservar o cocinar alimentos, teniendo también un término muy similar, “insalare”, mediante el que se referían a su uso. Con estas palabras denominaban la manera en que consumían alimentos crudos aliñados con agua y sal, es decir, lo que hoy conocemos como conservas. Más adelante también se comenzó a añadir limón, aceite y vinagre, también por sus propiedades conservantes y por el sabor que les proporcionaban.
A día de hoy, la ensalada es un plato muy saludable y recomendado para refrescarse. Es muy común su uso a modo de entrante para las comidas pero, ¿por qué limitarse a ello? Con un poco de imaginación, se pueden preparar completas obras de arte dignas de los mejores maestros cocineros. Ponte manos a la obra, usa un plato como lienzo y deja fluir tu creatividad. Y si no es mucho pedir, expón el resultado y comparte con el mundo tu obra 🥗 🙂