El ajo (Allium sativum) se utiliza en ensaladas muy a menudo, bien incluyendo pequeños trozos o frotando un diente, cortado por la mitad, en el interior de la ensaladera para no dar un sabor muy fuerte. A lo largo de la historia se ha utilizado, especialmente, como alimento antibacteriano. Tal es su poder desinfectante que se le conoce como «la penicilina rusa«.

Antes de pasar a algunos de sus incontables beneficios, recuerda al usarlo en la cocina que como dice el refrán: «ajo cocido, ajo perdido«.

1. Reduce los niveles de triglicéridos y de colesterol, previniendo enfermedades de páncreas, hígado y bazo, así como la acumulación de grasa que puede desencadenar tanto ataques al corazón, como accidentes cerebrovasculares. Por ello se recomienda su consumo a pacientes de diabetes.

2. Regula la presión arterial.

3. Por su contenido en triptófano, relajante precursor de la serotonina, se le considera un buen antidepresivo natural. Comparte este don con alimentos como la nuez, el plátano, el jengibre o la cebolla.

4. Dado que mejora la circulación sanguínea, mejora la impotencia sexual.

5. Varios estudios confirman la relación entre el aumento del consumo de ajo y la reducción en el riesgo de cánceres como el de estómago, el de colon, el de páncreas y el de mama. Puedes obtener mayor información respecto a este punto en cancer.gov.

6. El ajo contiene aliina, un aceite esencial responsable de su olor, que se convierte en alicina y tiene varias virtudes como ser expectorante, desinfectante y descongestionante.

7. Al igual que otros ingredientes como la alcachofa o el apio, cuida de tu sistema digestivo previniendo, entre otros problemas, el estreñimiento, la hinchazón abdominal y las flatulencias.

8. Es un excelente antibiótico natural.

9. Más de la mitad de su composición es agua (70%, 100 gr), una de las razones por la cuales se recomienda para perder peso.

10. ¡Mejora tu memoria! Gracias a los hidratos de carbono que contiene.

¿Conocías todos estos beneficios del ajo? ¿Sueles comerlo a menudo?