Si bien el aceite de oliva es buenísimo para tu salud, existen otros aceites vegetales que se extraen de semillas y plantas, que también enriquecen tu dieta. El aceite de nuez y el de almendras son dos de ellos. Sigue leyendo y descubre en qué te beneficia, principalmente, tenerlos en cuenta a la hora de preparar tus ensaladas.
1. Aceite de nuez
El aceite de nuez es ideal para cuidar de tu corazón. Es rico en omega-3 – ácido graso poliinsaturado que, entre otras cosas, ayuda a reducir el colesterol «malo» y protege tu cuerpo ante numerosos problemas de salud – y dado que contiene vitamina B6, también alivia el síndrome premenstrual que tanta guerra nos da a algunas mujeres.
2. Aceite de almendras
De los cinco, este es probablemente del que más hayas leído u oído hablar. No solo es capaz de mejorar la salud de tu cuero cabelludo; también te aleja del envejecimiento precoz y de padecer osteoporosis. Además, mejora el estreñimiento gracias a su ligero efecto laxante.
3. Aceite de girasol alto oleico
¿Conoces este aceite vegetal refinado? ¡Deberías! El ácido oleico es un tipo de grasa monoinsaturada característica del aceite de oliva, de la aceituna y del aguacate, que abunda en este tipo de aceite y cuida de tus vasos sanguíneos y de tu corazón, al aumentar el colesterol «bueno» y reducir el riesgo de padecer cualquier enfermedad cardiovascular.
4. Aceite de avellanas
Por otro lado, el aceite de avellanas te ayuda a prevenir enfermedades cardiovasculares, combate la fatiga y cuida de tu vista y de tu piel. Son estas sus principales cualidades, pues también tiene otras como, por ejemplo, sus propiedades antioxidantes o su aporte de ácido fólico (que reduce el riesgo de concebir un hijo con defectos del tubo neural).
5. Aceite de soja
¿Y este otro aceite, lo conoces? Procede del prensado de la soja, que como ya te conté cuida de tu sistema nervioso y mejora tu sistema inmunológico, entre otras cosas. Principalmente, se relaciona el aceite de soja con la prevención de enfermedades coronarias o vasculares tales como la arteriosclerosis o la trombosis. Así mismo, es beneficioso a la hora de reducir tanto el colesterol como los triglicéridos.